miércoles, 24 de febrero de 2016

Textos para ensayar comentario narrativo



Por petición popular os dejo tres textos para trabajar el comentario narrativo, uno de cada obra, sacados de la PAU, saludos.

TEXTO 1

Unos días después, Hurtado se encontró en la calle con Fermín Ibarra. Fermín estaba desconocido: alto, fuerte, ya no necesitaba bastón para andar.
—Un día de estos me voy —le dijo Fermín.
—¿A dónde?
—Por ahora, a Bélgica; luego, ya veré. No pienso estar aquí; probablemente no volveré.
—¿No?
—No. Aquí no se puede hacer nada; tengo dos o tres patentes de cosas pensadas por mí, que creo que

están bien; en Bélgica me las iban a comprar, pero yo he querido hacer primero una prueba en España, y me voy desalentado, descorazonado; aquí no se puede hacer nada.
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—Ah, claro —repuso Ibarra—. Una invención supone la recapitulación, la síntesis de las fases de un descubrimiento; una invención es muchas veces una consecuencia tan fácil de los hechos anteriores, que casi se puede decir que se desprende ella sola sin esfuerzo. ¿Dónde se va a estudiar en España el proceso evolutivo de un descubrimiento? ¿Con qué medios? ¿En qué talleres? ¿En qué laboratorios?
—En ninguna parte.
—Pero, en fin, a mí esto no me indigna —añadió Fermín—, lo que me indigna es la suspicacia, la mala intención, la petulancia de esta gente... Aquí no hay más que chulos y señoritos juerguistas. El chulo domina desde los Pirineos hasta Cádiz...; políticos, militares, profesores, curas, todos son chulos con un yo hipertrofiado.
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—Sí, es verdad.
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—Cuando estoy fuera de España —siguió diciendo Ibarra— quiero convencerme de que nuestro país no está muerto para la civilización, que aquí se discurre y se piensa, pero cojo un periódico español y me da asco; no habla más que de políticos y toreros. Es una vergüenza.
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Fermín Ibarra contó sus gestiones en Madrid, en Barcelona, en Bilbao. Había millonario que le había dicho que él no podía exponer dinero sin base, que, después de hechas las pruebas con éxito, no tendría inconveniente en dar dinero al cincuenta por ciento.
—El capital español está en manos de la canalla más abyecta —concluyó diciendo Fermín.
Unos meses después, Ibarra le escribía desde Bélgica, diciendo que le habían hecho jefe de un taller y que


Pío Baroja, El árbol de la ciencia .


TEXTO 2

Ricardo logró levantarse a duras penas porque la debilidad, el dolor y el peso de su mujer y de su hijo se lo impedían, pero cuando comprobó que podía caminar, avanzó por el pasillo siguiendo el sonido de los gritos del diácono, que había abierto todas las ventanas y pedía a gritos que alguien avisara a la policía.

Poco a poco fueron apareciendo rostros detrás de los visillos en las ventanas del patio, pero ninguna se abrió por si aquella locura se metía en sus hogares.

Sentí la fuerza de Yaveh en mi brazo y la ira de mi Patria en la garganta, pero yo quería justicia, no venganza. El Maligno quiso trocar mi orgullo en remordimiento y buscó la forma de humillarme.

Ahora ya no sé lo que recuerdo, porque aunque veo a mi padre sentado a horcajadas en el alféizar de una de las ventanas del pasillo, aunque le oigo despedirse de nosotros con una voz dulce y serena, mi madre dice que se arrojó al vacío sin pronunciar una palabra.

Se suicidó, Padre, para cargar sobre mi conciencia la perdición eterna de su alma, para arrebatarme la gloria de haber hecho justicia. 


Alberto Méndez, Los girasoles ciegos .


TEXTO 3

El abogado sustentó la tesis del homicidio en legítima defensa del honor, que fue admitida por el tribunal de
conciencia, y los gemelos declararon al final del juicio que hubieran vuelto a hacerlo mil veces por los mismos motivos. Fueron ellos quienes vislumbraron el recurso de la defensa desde que se rindieron ante su iglesia pocos minutos después del crimen. Irrumpieron jadeando en la Casa Cural, perseguidos de cerca por un grupo de árabes enardecidos, y pusieron los cuchillos con el acero limpio en la mesa del padre Amador. 
Ambos estaban exhaustos por el trabajo bárbaro de la muerte, y tenían la ropa y los brazos empapados y la cara embadurnada de sudor y de sangre todavía viva, pero el párroco recordaba la rendición como un acto de una gran dignidad.

—Lo matamos a conciencia dijo Pedro Vicario, pero somos inocentes.
—Tal vez ante Dios dijo el padre Amador.
—Ante Dios y ante los hombres dijo Pablo Vicario. Fue un asunto de honor.

Más aún: en la reconstrucción de los hechos fingieron un encarnizamiento mucho más inclemente que el de
la realidad, hasta el extremo de que fue necesario reparar con fondos públicos la puerta principal de la casa dePlácida Linero, que quedó desportillada a punta de cuchillo. En el panóptico de Riohacha, donde estuvieron tres años en espera del juicio porque no tenían con qué pagar la fianza para la libertad condicional, los reclusos más antiguos los recordaban por su buen carácter y su espíritu social, pero nunca  advirtieron en ellos ningún indicio de arrepentimiento. Sin embargo, la realidad parecía ser que los hermanos Vicario no hicieron nada de lo que convenía para matar a Santiago Nasar de inmediato y sin espectáculo público, sino que hicieron mucho más de lo que era imaginable para que alguien les impidiera matarlo, y no lo consiguieron.

Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada. 

martes, 23 de febrero de 2016

Crónica de una muerte anunciada






Gabriel García Márquez (Aracataca, Colombia, 1928) es la figura más representativa de lo que se ha venido a llamar el «realismo mágico» hispanoamericano. Periodista, cuentista y novelista, alcanzó la fama tras la publicación en 1967 de Cien años de soledad , donde recrea la geografía imaginaria de Macondo, un lugar aislado del mundo en el que realidad y mito se confunden. Otras obras memorables son:El coronel no tiene quien le escriba, El otoño del patriarca, Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera y varias colecciones de cuentos magistrales. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura. 



Crónica de una muerte anunciada
Novela1


La primera edición de esta obra se realizó simultáneamente por Bruguera (Barcelona), Diana (México), Sudamericana (Buenos Aires) y Oveja Negra (Bogotá), en 1981. Tras su publicación García Márquez fue denunciado sin éxito por algunas de las personas implicadas en el suceso que dio origen a la novela.
Santiago Nasar es acuchillado por los gemelos Pedro y Pablo Vicario para vengar el 


Ilustración de A. Baraya
honor de su hermana Ángela, la cual ha sido devuelta a la casa de sus padres por su esposo, Bayardo San Román, la misma noche de bodas.Se trata de una fábula cuya estructura de crónica intenta justificar una extraña sucesión de casualidades que actuando en contra de toda lógica y rozando lo imposible, acaban por cumplir con un destino inexplicable. 
Aunque en una primera lectura predomine la sensación de duda ante la evolución de tantos detalles injustificables, existe otra interpretación...


Prólogo

Santiago Gamboa

Hace un par de años, en su casa de Bogotá, al frente del Parque de la 88, le pregunté a García Márquez si nunca había sentido la tentación de escribir una novela negra. «Ya la escribí -me dijo-, es Crónica de una muerte anunciada.» Afuera, sobre el césped verde, amos y perros daban el paseo del mediodía bajo un sol radiante, raro en Bogotá para el mes de febrero. «Lo que sucede es que yo no quise que el lector empezara por el final para ver si se cometía el crimen o no -continuó diciendo-, así que decidí ponerlo en la frase inicial del libro.» Era la primera vez que veía a García Márquez. Yo había aprendido a amar la literatura por haber leído, entre otras cosas, sus novelas. Estaba muy emocionado escuchándolo. «De este modo agregó- la gente descansa de la intriga y puede dedicarse a leer con calma qué fine lo que pasó. » Dicho esto enumeró una larga serie de historias de género negro en la literatura y concluyó que su preferida era Edipo Rey, de Sófocles: «Porque al final uno descubre que el detective y el asesino son la misma persona». A García Márquez le gusta hablar de literatura. Quedan pocos escritores a los que les guste hablar de literatura.
Pero Crónica de una muerte anunciada es, sobre todo, una exacta y eficaz pieza de relojería. Los hechos que rodean la muerte de Santiago Nasar, en la madrugada siguiente al fallido matrimonio de Bayardo San Román con Ángela Vicario, van siendo reconstruidos uno a uno por el narrador, agregando cada vez, con los testimonios de los protagonistas, la información necesaria para que el muro se levante en equilibrio, la curiosidad del lector quede azuzada y se forme una ambiciosa historia coral, nutrida de múltiples voces. Las voces de todos aquellos que, años después, recuerdan, confiesan u ocultan algún detalle nuevo del crimen, algún matiz que completa la tragedia. Porque al fin y al cabo Crónica de una muerte anunciada es también una tragedia moderna. Los personajes son empujados a la acción por fuerzas que no controlan. Los hermanos Vicario, los asesinos, se ven obligados a cumplir un destino, que es el de lavar la honra de su hermana, matando a Santiago Nasar. Pero ninguno de los dos quiere hacerlo, y, como dice el narrador, «hicieron mucho más de lo que era imaginable para que alguien les impidiera matarlo, y no lo consiguieron». El coronel Aponte, el alcalde, alertado por las voces, los desarma; pero es inútil, pues es demasiado temprano y los hermanos tienen tiempo de reponer con desgano los cuchillos. Clotilde Armenta, la propietaria de la tienda donde los Vicario esperan el amanecer, llega incluso a sentir lástima por ellos y le suplica al alcalde que los detenga, «para librar a esos pobres muchachos del horrible compromiso que les ha caído encima». Algo más fuerte que la voluntad de los hombres mueve los hilos. Los vecinos de la familia Nasar, y en realidad todo el pueblo, saben que Santiago va a ser asesinado e intentan avisarle, pero ninguna de las estafetas llega a su destino. Deslizan por debajo de la puerta una nota que nadie ve. Se envían razones con pordioseros que llegan tarde, y muchos, al ver que es una muerte tan anunciada, no
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hacen nada simplemente porque no les parece posible que el propio Nasar o su madre no lo sepan ya y no hayan previsto algo para evitarlo. La madre del narrador es una de las que sí cree que debe hacer algo, y entonces se viste para salir a alertar a la mamá de Santiago Nasar; pero antes tiene esta extraordinaria conversación con su marido, quien le pregunta adónde va:
A prevenir a mi comadre Plácida -contestó ella-. No es justo que todo el mundo sepa que le van a matar el hijo, y que ella sea la única que no lo sabe.
-Tenemos tantos vínculos con ella como con los Vicario -dijo mi padre. -Hay que estar siempre del lado del muerto -dijo ella.
Pero cuando sale a la calle le dicen que ya lo mataron. Y así, todos los que quieren prevenir la muerte son cuidadosamente apartados: sus mensajes no llegan. En realidad, el único en todo el pueblo que no sabe del crimen es la propia víctima, perdido entre otras cosas por el cambio en los hábitos diarios que supone, muy de mañana, la visita de un obispo que ni siquiera puso el pie en el puerto y que los bendijo desde el barco, alejándose entre resoplidos de vapor. Si en esas lejanías del Trópico se castigara como delito la «no asistencia apersona en peligro», habría que meter a la cárcel a todo el pueblo, incluidos el cura y el alcalde. Crónica de una muerte anunciada es, por lo demás, una joya rara en la obra de García Márquez, pues es él mismo quien relata la historia en primera persona. El «yo» inquietante que desde el principio reconstruye los hechos se va reconociendo en el autor hasta descubrirse del todo, pues dice: «Muchos sabían que en la inconsciencia de la parranda le propuse a Mercedes Barcha que se casara conmigo, cuando apenas había terminado la escuela primaria, tal como ella misma me lo recordó cuando nos casamos catorce años después». Mercedes Barcha es la «Gaba», así le dicen sus más íntimos amigos. De este modo el título del libro se acaba de llenar de sentido: no sólo es una muerte anunciada, sino que además se trata de una crónica, en el mejor estilo periodístico. García Márquez, el cronista, cita las fuentes de cada información precisando el origen, sin que nada quede al azar de la imaginación. Y es aquí en donde el libro adquiere su máxima precisión de relojería suiza. Las fronteras de la crónica periodística y de la literatura se disuelven y ningún dato queda suelto, nada de lo narrado aparece sin una previa justificación. La costa atlántica colombiana, por los años en que se publicó esta novela, era aún vista desde la capital del país como algo remoto, y en esa mirada había ínfulas de superioridad y de arrogancia justificadas sólo por el hecho de que en Bogotá estaban los edificios grecorromanos del Capitolio y el Palacio Presidencial. Esa costa, y lo costeño -llamado despectivamente «corroncho» por los del interior-, con su mezcla de tradiciones caribes, hispanas, negras y árabes, era acusada de ser la madre de todos los vicios, la república de la pereza, de la corrupción, del nepotismo, del machismo y del trago, de la irresponsabilidad, en fin, de todo lo negativo, mientras que Bogotá, con su rancia aristocracia, se consideraba a sí misma la Atenas de América, la cuna de la cultura y la elegancia, el Londres de los Andes. Pero hoy al cabo de dos décadas, la cultura de esa proscrita costa atlántica, en la que se inscribe este libro y casi toda la obra de García Márquez, es una de las pocas cosas que a los colombianos nos permite paliar las vergüenzas que ocasionan, en la acartonada capital, esos dos presuntuosos edificios grecorromanos. No recuerdo cuándo leí por primera vez esta Crónica de una

muerte anunciada, pero sé que fue en Bogotá, hace ya más de quince años, recuerdo, eso sí, el extraño y sobrecogedor efecto que me llevó a desear, en cada página, que alguien detuviera a los hermanos Vicario, que se evitara esa muerte absurda que los condenaba a todos. Pero la muerte ya estaba anunciada; y aún hoy, al releerlo, vuelvo a sentir que es posible, en medio de la tragedia, que los cuchillos no alcancen a Santiago, que alguno de los mensajeros llegue a tiempo y él escape, que la puerta de su casa se abra. Y no sucede. Santiago Nasar vuelve a morir. Me pregunto si los lectores de este libro, dentro de doscientos o trescientos años, desearán lo mismo al leer sus páginas. Quizás sí. Lo que es seguro es que Santiago Nasar y su muerte anunciada serán en ese entonces una de las pocas cosas de nuestra época que aún estarán vivas. 


jueves, 18 de febrero de 2016

Ejercicio formación de palabras

Os dejo unas palabras para repasar este ejercicio:


  1. DESVERGONZADO
  2. SOBREVIVENCIA
  3. INIMAGINABLE
  4. ABLANDAR
  5. PISAPAPELES
  6. INVARIABLE
  7. APOLITICISMO
  8. ENTURBIAR
  9. AGRADABLE
  10. REFINADO
  11. TRABAJADORAS
  12. DESIGUALDAD
  13. ESCANDALIZAR
  14. INVULNERABLES

SOLUCIONES

En las fotocopias del segundo trimestres os incluí una tabla con los principales prefijos, sufijos y raíces cultas que debéis repasar, un saludo.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Fenómenos semánticos



Os dejo unos apuntes sobre una de las posibles cuestiones del ejercicio 4, un saludo.
FENÓMENOS SEMÁNTICOS
Entre las palabras pueden establecerse relaciones significativas que las organizan en diferentes campos semánticos. Los campos semánticos pueden configurarse de tres maneras diferentes: configuración ramificante, configuración de oposición y configuración de identidad.
Las configuraciones ramificantes organizan las palabras a partir de rasgos comunes: por ejemplo, el campo semántico “muebles” incluiría “silla”, “mesa”, “cama”, etc., porque todas esas palabras tienen el primer sema común, es decir, todas designan tipos de mueble. Dentro de las configuraciones ramificantes podemos distinguir dos tipos:
Relaciones género / tipo: cada palabra incluye una serie de otras palabras que tienen rasgos comunes y a su vez se diferencian entre sí por otros rasgos. El término superior, que emgloba a los demás, se llama HIPERÓNIMO, mientras que los términos englobados son los HIPÓNIMOS. Los hipónimos de un mismo nivel son COHIPÓNIMOS entre sí.
Animal---------Mamífero----------Felino---------gato, león, tigre, leopardo ... 
HIPER         HIPO/HIPER      HIPO/HIPER           COHIPÓNIMOS
Relaciones todo / parte: a veces el término superior no incluye los significados de los inferiores, que no son más que una parte de un todo mayor.
Cuerpo---------Cabeza----------Cara-----------Ojos----------Cejas
Es importante señalar que en este caso no se generan hiperónimos e hipónimos: en el primer ejemplo, “gato” implica que es “felino”, “felino” implica “mamífero” y “mamífero” , “animal”. Sin embargo, “ojos” es una parte de la “cara”, pero sus significados son diferentes y no tienen ningún rasgo común.
Las configuraciones de oposición generan ANTÓNIMOS, palabras de significado opuesto. Los antónimos pueden ser:
    Graduales: son los extremos de una oposición escalar: caliente/frío, alto/bajo, grande /pequeño...
    Complementarios: se excluyen mutuamente, la afirmación de uno elimina la posibilidad de que exista el otro. Son incompatibles entre sí:
    • vivo y muerto  si uno está muerto noPUEDE estar vivo y viceversa
    • legal e ilegal  algo noPUEDE se legal e ilegal al mismo tiempo
    • casado, soltero  uno no puede ser casado y soltero a la vez 
    • natural, artificial 
    Recíprocos o inversos: se implican mutuamente, describen la misma realidad desde puntos de vista contrarios. El significado de uno implica necesariamente la existencia del otro, es decir, noPUEDE existir uno si no existiera el otro:
    • comprar vender   no sePUEDECOMPRAR si alguien no esta vendiendo
    • tomar entregar → no podemos tomar algo si alguien no lo está entregando
    • PAGARcobrar → no se podemos pagar algo sin que alguien lo cobre
: más/menos, comprar/vender...
Las oposiciones de identidad generan SINÓNIMOS, palabras con el mismo significado. Podemos distinguir entre tres tipos de sinónimos:
                      Completos o perfectos: equivalen siempre y en todos los casos (son muy infrecuentes): morir/fallecer...
                      Contextuales: son sinónimos en contextos determinados, y no en otros (es lo que ocurre siempre con las palabras polisémicas): móvil/movible, móvil/motivo, móvil/celular...
                      Connotativos: son palabras con un mismo significado connotativo, aunque no denotativo: rojo/comunista, verano/vacaciones...
Homonimia: Se trata de palabras con el mismo significante pero con significados diferentes. Hay que entender que, aunque suenen igual, son palabras distintas, para no confundir este fenómeno con el de la polisemia. En el diccionario, por ejemplo, suelen aparecer en entradas diferentes. (Ej: pupila (del ojo/alumna), banco (de arena/de dinero)
Polisemia: Es la pluralidad de significados asociados a un mismo significante. (Ej.: “ley” no significa lo mismo en “Nadie puede ir en contra de la ley.”, en “El Parlamento ha votado a favor de esa ley.” o en “Me venden plata de ley.”) No se trata de anomalías, coincidencias o irregularidades, sino de un fenómeno de base de las lenguas naturales, esencial en su funcionamiento, ya que estás necesitan nombrar innumerables realidades con un número de términos limitado. La monosemia, es decir, el que a un significante le corresponda un solo significado, es extraña en la lengua y suele darse sobre todo en el lenguaje técnico.


Aquí un ejemplo de ejercicio con sus soluciones, en las fotocopias del primer trimestre también hay un ejemplo resuelto.

lunes, 15 de febrero de 2016

Un perro andaluz









Un perro andaluz.Luis Buñuel.
Título original: Un chien andalou (S)
Año: 1929
Duración: 17 min.
País: Francia
Director: Luis Buñuel
Guión: Luis Buñuel, Salvador Dalí
Música: Richard Wagner
Fotografía: Albert Duverger (B&W)
Reparto: Pierre Batcheff, Simone Mareuil, Salvador Dalí
Productora: Luis Buñuel
Género: Drama | Surrealismo. Cine experimental. Cine mudo. Película de culto. Cortometraje

Según declaraciones del propio Luis Buñuel, "Un perro andaluz fue un film antivanguardista, nada te­nía que ver con la vanguardia cinematográfica de entonces. Ni en el fondo ni en la forma (...) también se iba a llamar "Es peligroso asomarse al interior" y "El marista en la ballesta". Escribimos el guión en menos de una semana, siguiendo una regla muy simple: no aceptar idea ni imagen que pudiera dar lugar a una explicación racional, psicológica o cultural (...) hubo 40 ó 50 denuncias en la comisaría de policía de personas que afirmaban que había que prohibir la película por obscena y cruel. Entonces comenzó una larga serie de insultos y amenazas que me ha perseguido hasta la vejez (...) Adoro los sueños, aunque mis sueños sean pesadillas y eso son las más de las veces. Están sembrados de obstáculos que conozco y reconozco. Esta locura por los sueños, que nunca he tratado de explicar, es una de las inclinaciones profundas que me han acercado al surrealismo. "Un chien andalou" nació de la convergencia de uno de mis sueños con un sueño de Dalí."

Aporte de María José López: